me pareció imposible hasta que no pude dejar de nombrarte
dormir con él, sentir su calor y pensar en tus brazos
escucharlo susurrando a mi oído y pensar en tu voz
no pensé que aun te amaba y resultaste inolvidable.
El recuerdo de lo que fuimos me persigue
no lo roe ni la distancia ni el tiempo
asumo que yo misma me lo impongo
amarte sin ser amada es el castigo por dejarte
y tu castigo hacia mí, es dejarme claro que me superaste
y que ella te hace más feliz de lo que yo jamás pude.
Te esquivo en los rincones de mi alma
me hundo en banalidades cotidianas,
pero todas las noches me esperas en mi cama
y no me dejas ir, hasta que en mí no hay nada
y me dejas servida para una noche de melancolía.
He vivido, sé que he vivido después de ti
pero sigues siendo la mina de mis recuerdos
y no hay inspiración si no es pensando en ti,
por más que trate de sacarte de mis escritos,
aun cuando estoy tratando de ignorartemi mente no se aclara si no hablo de lo que fuiste.
Me gustaría al menos tener la ilusión de tenerte
pero esperanza es lo que ya no queda en este cuerpo
te deje ir una vez y lo tomaste a pecho
y ya este ser no puede detenerte
encontraste más de lo que jamás te daré
y no tengo derecho a quitártelo, pero te envidiare eternamente.
